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Las estrellas de fútbol adoran el sexo anal  

angelilloyo1 59M
19 posts
4/9/2016 9:08 am
Las estrellas de fútbol adoran el sexo anal

Las estrellas de fútbol unos adoradores del sexo anal. Les complace follar y ser follados. Para ellos el sexo oscuro es la última frontera, es el premio de consolación, es la consumación de la victoria, es el secreto del campo de los héroes.

No se confundan. La penetración entre los atletas del olimpo futbolístico es lo contrario a la mariconería, lo opuesto al amaneramiento. No es un juego de nenas, no es flirteo de sarasas. Para la élite del fútbol la penetración es un combate entre iguales en un reino, uno de los pocos, en el que un gay aún se le sigue llamando maricón.

Ustedes no lo comprenderán. Quizás no se lo crean. Pero es que ustedes no estrellas de fútbol. No saben lo que cuesta llegar a lo más alto.

Ustedes no saben lo que es no haber tenido infancia. No haber disfrutado de la adolescencia. Haber pasado los mejores años de su vida curtiéndose en campos de tierra a base de codazos, empujones y zancadillas. Magullados a base de esguinces, cosidos a fracturas, con los mil dolores de las lesiones. No. No saben lo que es crecer viendo como las piernas se arquean y el corazón se endurece de tanto encajar los insultos y escupitajos que arrojan públicos enfurecidos, soportando la injusticia congénita de los árbitros, resignándose ante la indecisa parcialidad de entrenadores cambiantes, sufriendo la espantosa soledad del banquillo de los suplentes.

Cuando el consuelo es un largo viaje en autobús con el equipo, cuando la confianza se teje en habitaciones compartidas, cuando el desenfreno orgiástico de los goles se celebra con sinceros, profundos y masculinos abrazos, cuando el compañerismo es un cachete en la nuca, cuando la camaradería una palmada en el culo, cuando el beso es fraternal, cuando la victoria es un éxtasis de<b> champagne </font></b>que se fumiga a borbotones entre iguales, cuando las derrotas lágrimas compartidas en vestuarios que huelen a reflex y a sudor… solo cuando se han vivido estas experiencias empieza a comprenderse como se forjan los empotradores.

No me hablen de sus rubias esposas, de las modelos y actrices con las que salen. No me vengan con sus chiquillos y sus familias. Eso no cuela. Su normalidad es teatro porque saben que cada uno de sus gestos es espiado, escrutado y juzgado. los dioses del estadio. Y conscientes de ello. Por eso se hacen pasar por gente corriente… de esa que firma autógrafos, es acosada por la prensa, adorada por los fanáticos, y perseguida allá donde quiere pasar desapercibida. Pueden parecer campechanos, pero los cristales de sus coches de gran cilindrada tintados, y enormes los auriculares que les separan del ruido de la calle. Es todo un espejismo de apariencias. Los futbolistas personas que en la videoconsola juegan a ser la versión virtual de ellos mismos. ¿De qué falsa humildad estamos hablando?

Ustedes no conviven con los chicos de los anuncios. No contemplan sus cuerpos. No los admiran de cerca, anatomías privilegiadas talladas con sacrificio. No leen sus tatuajes. No templan sus falos. Ustedes no saben lo que pasa en un vestuario. No conocen la verdad. Al público le llega una glosa edulcorada de la versión oficial.
La higiene y la lucha por la supervivencia entre campeones es terreno vedado.

Es en ese círculo acotado, en la órbita adonde nadie ajeno llega, donde se conjuga lo hercúleo con lo apolíneo. En la privacidad entre pares la carne del olimpo se humaniza y busca su semejante.

La desnudez de los atletas no busca caricias, cariño ni conversación. Como ocurre en el campo de juego, en el follar futbolístico prima la dominación, la sumisión, el control, el resultado -desde que España gana, hay quien habla también de estilo. Pero el tiqui-taca los preliminares, una querencia de mansos-

En la perpetua búsqueda del éxtasis de quien ya ha alcanzado la gloria la penetración ofrece el deleitoso desgarro entre ídolos, la unión mística con virginidades rotas, como si fueran las redes de una portería al que un balón arranca el incomparable sonido de un gol al besarlas.

No me pidan nombres. No quieran conocer los secretos de los divinos. Pero considérenlo, porque es bien cierto: Las estrellas de fútbol unos adoradores del sexo anal. Les gusta follar y ser follados.





angelilloyo1


loverfidelis 81M
2548 posts
4/9/2016 9:21 am

Libertad de acciones y tendencias, que no?


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