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Asalto (rápido) al tren del deseo...
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Asalto (rápido) al tren del deseo... Estamos comiendo 'muy cómodos', es decir, llevamos solo camiseta y pantalón de pijama en tu caso y manta enrollada a la cintura en el mio. Terminamos de comer y voy a dejar los platos y mi taza de café en el fregadero. Me cruzo contigo en el pasillo, cuando llevas tu taza en una mano y una servilleta semi-arrugada de papel en la otra. De repente, me da un aire y (como digo yo a veces), 'te cojo el matojo' y te empiezas a reir con la consabida frase '¿qué haces, tontoooo?', alargando la 'o'. Te conozco, y esa 'o' alargada se lo que significa, asi que me acerco a ti, te muerdo el cuello y hago mi frote en tu entrepierna más rudo. Comienzas a gemir y te quejas... 'se me va a caer todo' (refiriendote a tus manos ocupadas), pero no cejo en mi empeño y de un tirón bajo tu pantalón de pijama hasta los tobillos, y libero uno de los pies de el para poder... agacharme y clavar mi boca en tu sexo lamiendo efusivamente, mientras los temblores invaden tu cuerpo. Tienes un primer orgasmo en medio minuto. No cejo en mi empeño y hundo dos dedos en tu sexo desde abajo y te penetro con ellos a alto ritmo, mientras sigo lamiendo y chupando con brio. Tu segundo orgasmo hace que la comprimida servilleta caiga de tu mano al suelo. Me incorporo, te muerdo el cuello y permito que dejes la taza en el radiador, mientras te voy empujando ayudandome de mi peso hasta el chaise-longue del salón. Te empujo sin miramientos y caes de espalda en el. Entonces atrapo tu clítorix entre mis labios y lo torturo sin piedad. Tienes que agarrarte al sillón para controlar tus temblores, que amenazan con sacarte de el. Agarro una de tus manos y la pongo sobre mi cabeza para saber cuando sientes estímulos más intensos y jugar con ello. Bajo el ritmo para darte tiempo a recuperar resuello, y cuando tus tirones de pelo se hacen meras caricias, lo vuelvo a subir hasta que se convierten en verdaderos tirones. De repente, bajo el ritmo hasta hacerlo aburrido y soportable, y espetas: 'ay, que rico, asi asi'. Hago caso y sigo hasta que tu excitación sube bastante por si sola, y es entonces cuando atrapo tu clítorix de nuevo entre mis labios y vuelvo a penetrarte con los dedos a un alto ritmo. Te retuerces y gimes audiblemente con un tono ronco y profundo hasta que un 'aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah' y su risa posterior me informan que he conseguido arrancarte el orgasmo que buscaba desde un principio. (Si, ese en el que después tus piernas no sostienen tu peso  )Subo, te muerdo el cuello, te beso y sin ningún tipo de comentario, voy a por tu taza y la llevo al fregadero dejandote tumbada y agotada. La la, tan solo ha sido un 'asalto improvisado' de 15 minutos, pero ¡qué bien me ha sabido, coñe! 
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Pero si yo soy un chico bueeeeeeeeeeeeeeeeeeno, ji ji ji P.D. Cuando me asalta el deseo, es que ni veo ni conozco 
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