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El cliente incómodo... FINAL
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El cliente incómodo... FINAL Cuando escuche esa frase, no pude esbozar un sonrisa malévola y por un instante, se asomo en mi mente la idea, " firma y me deshago de él... " Pero esa mirada pareció leer mi mente ya que me dijó : " Pero con la condición de que ésta noche y el día de mañana seas mi acompañante " Esa propuesta ya no me gustó, en realidad.... La insolencia de su mirada que logró adivinar mi pensamiento, era acaso lo que las otras ejecutivas, se referían como " el súper poder " del Lic Díaz? Todas sin excepción habían mencionado" ese súper poder" sólo que ninguna profundiza en ello. Todas pasaron esta prueba de ser acompañantes? Bueno, ya sabía que era de trato difícil, pero era mejor ese trato, que de todos modos iba a tener que hacer, ya que mi compañero Mario, se había ido a la presentación cena. Pero acompañarlo desde hoy? Bueno será a cenar, ya que viene cansado y seguramente, se irá a dormir... Acepté con esa premisa en la cabeza, sin imaginar que el Lic Díaz, ctenua pila para rato... Llegamos al hotel sede, el personal del departamento de Grupos y Convenciones, estaba esperando, dió una inspección rápida a los salones, al menú de los eventos y las habitaciones para los empleados y directivos. Esa parte había sido fácil, todo estaba de acuerdo a sus especificaciones y yo no tenía más que acimpañarlo en segundo plano, mi colega del hotel, era quien estaba a cargo de ese asunto. Llegó el momento de subir al pent house por la jerarquía del Lic. Una suite de lujo, con tres recámaras, todos los servicios y hasta una alberca privada. La camarista y el concierge , estaban listos para en cualquier momento atender las necesidades del equipo, pero esta ocasión era sólo el Lic Díaz... Y yo... Esperaban atentos la orden de servir la cena, mientras acomodaban la ropa, preparaban la cama y muy sutilmente, preguntaron que habitación adicional acondicionaban, el Lic contestó, " no es necesario preparar dos habitaciones " inocentemente, pensé, cenamos y me voy... Esperaba que terminará la frase diciendo " la srita se retira" , pero no... Dentro de mi "inocencia " y falta de malicia de principiante, y sí debo confesar, que aunque ya tenía firmado el contrato sin ningún tipo de restricción, mi ética me impidió cenar e irme, un trato es un trato y debo cumplir mi parte. Decidí tratar de conocer al hombre, no al Lic Díaz. De cualquier manera, él notó mi nerviosismo e inicio una charla que de manera inteligente, fue fluyendo conociendo el pasado de ambos, los orígenes de cada uno, la familia nuclear, intereses y aficiones, cosas que me fueron relajando y hasta cierto punto bajé un poco mi incomodidad. Terminamos de cenar y el concierge, sirvió un par de copas de Oporto... Ese Oporto con el siempre he tenido problemas... Recordé la primera vez que tomé una copa de Oporto, fue una sensación cálida y deliciosa, pero pronto por su contenido de alcohol, hizo estragos en mi comportamiento... Quise rechazar esa deliciosa copa de un Dow's Vintage Oporto, sin embargo, es un oporto alejado maduro, una auténtica falta de respeto hacia el Dios Baco. Además que el Lic Díaz y el concierge me miraron de una manera totalmente reprobatoria sino tomaba la copa, que ese instante que dudé, fue suficiente para hacerme sonrojar y reí de manera pícara, para disimular mis mejillas coloradas... |
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