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La ocasión en que mi esposa se prostituyó…  

Dec1d1d0s 61M/59F  
151 posts
4/19/2020 9:14 pm
La ocasión en que mi esposa se prostituyó…

Bueno, con la finalidad de dar un poco de secuencia a mis relatos, escribiré de la ocasión en que mi esposa (la primera) se prostituyó…
Recién regresando del viaje a Puerto Vallarta que narré recientemente, volvimos muy prendidos y con ganas de hacer muchas cosas calientes todo el tiempo que nos era posible. A veces se complicaba porque ella trabajaba de día, y yo de noche en un hotel a pie de carretera que hacía hasta lo imposible por no ganarse la fama de ser hotel de paso.
La mayoría de los huéspedes eran choferes de tráiler y ganaderos, que de alguna forma siempre metían muchachas a sus habitaciones… también era común que se colaran parejas que solo estaban por un par de horas en la habitación. Yo era el recepcionista nocturno y me apoyaba en el bell-boy, que también hacía las funciones de vigilante. Una de esas noches, una chica que salía de una de las habitaciones, me la cantó abiertamente: “Tu bell-boy nos maltrata, nos extorsiona, e igual cobra a las parejas de paso para que puedan pasar, a veces hasta los pasa dos veces a la habitación que otros usaron. Tienes que delatarlo para que no te lleve entre los pies o yo lo voy a hacer.”
(También me ofreció una “propina” a cambio de llamarla a ella y a sus amigas cuando un huésped pidiera los datos de una buena prostituta).
El caso es que tuve que delatar al bell-boy… lo despidieron, pero ya no contrataron a otro en su lugar y yo tenía que hacer todas las funciones, cosa que me facilitó siempre poner en contacto a mis amigas con los huéspedes, de forma muy discreta y solo aceptaba lo que buenamente me dejaban de propina, que no era poco.
Volviendo al asunto con mi esposa, pues sucede que dos o tres veces me acompañó por las noches a mi trabajo, ya que traía mucha calentura y de alguna forma me daba tiempo de atenderla y después dejarla dormida en la oficina adjunta a la recepción, en lo que llegaba mi hora de salida.
Una de esas noches, llegó un trailero a pedir una habitación y durante el registro, me pidió si no podía conseguirle una amiguita para esa noche. Como siempre, le respondí que no, que en ese hotel no se permitían invitados por la noche, pero guiñándole el ojo. Le asigné una de las habitaciones de la sección más oscura y sin otros huéspedes (de hecho, esa noche había muy pocos huéspedes en todo el hotel), pensando en comunicarle a mi amiga en cuanto llegara a su habitación.
Apenas salió aquel hombre de la recepción, mi esposa también salió de la oficina y me preguntó qué había sucedido… le expliqué que aquel hombre, cuarentón, alto, fornido, moreno… solo un poco sucio pero de buen porte, deseaba pagar por sexo y que pensaba comunicarlo con mi amiga de siempre… claro que a esas alturas de la plática, ya estaba viendo como mi mujer se relamía los labios de pensar en comerse a aquel macho… y además ganarse 600 pesos por ello (Esa era la tarifa de mi amiga, pero yo sabía que se las ingeniaba siempre para no ganar menos que mil pesos por visita, más lo de los taxis).
Y pues yo también me prendí rápidamente. La comuniqué con él, pero previo le expliqué un poco lo que tenía que decir: 600 el servicio de una hora más 200 de taxis… y que tardaría media hora en llegar. Raymundo, que era el nombre de aquel chofer, aceptó sin chistar y solo aguardamos unos minutos antes de mandar su “cena” a la habitación, para disimular un poco. Mientras tanto, nos empezamos a besar y a tocar con verdadero fuego… al punto de que casi lo hacemos antes, pero nos contuvimos para que llegara bien la mercancía y no hubiera motivo de queja. Le pedí a mi esposa, que, alegando calor, abriera un poco la ventana y dejara ligeramente abierta la cortina, así yo podría, oculto en el jardín contiguo, ver y escuchar todo lo que hicieran. Claro, en el camino apagué las luces del jardín para no ser notado.
Yendo con Raymundo, a los dos nos latía el corazón como a punto de explotar. Las manos nos sudaban, pero a la par, su vagina y mi pene derramaban jugos y deseo. Metros antes, la dejé continuar sola para ocultarme tras la ventana mencionada, justo en el momento en que ella tocara a la habitación y así evité ser notado.
Así fue, y tres minutos después de que ella entró al cuarto, abrió la ventana y la dejó lo suficientemente abierta para que yo pudiera ver y oír claramente… ¡gran sorpresa! Había otro hombre en la habitación, de más de 60 años, gordo feo y chaparro, que era el ayudante de Raymundo, llamado Juan, y que después supe, se incluyó en el trato con la tarifa total de $2,000 pesos incluido taxis.
Yo de entrada no comprendí nada, pero viendo como entre los dos la tocaban, la besaban y la iban desnudando, sentí que mi pene crecía a límites inimaginables, y mirando que ella gemía, gozaba y parecía estar muy de acuerdo con la situación, ya no me preocupé del cambio de situación.
Mi amada Estela estaba ahí, sin mí, indefensa en medio de dos hombres rudos. Se prendió de la boca de Raymundo y con sus dos manos acariciaba su cabello, mientras Juan ya succionaba sus pezones y metía mano entre sus piernas, notando con mucha alegría como aquella puta que habían contratado para esa noche, se escurría como deseando intensamente ser penetrada… lo cual era verdad.
Pronto, ellos también ya estaban desnudos y se plantaron con tremendos fierros delante de ella, siendo el de Juan, más largo y grueso que el de Raymundo, pero ella no discriminó y a los dos los empezó a lamer y a mamar por igual. Estiraban sus manos para amasar sus pechos y pellizcar sus pezones o para sostener su cabeza y llevar el ritmo de la mamada. A veces ella los lastimaba un poco de forma intencional y volteaba su mirada a la ventana desde donde yo contemplaba extasiado… ellos como respuesta, la jalaban del pelo y la ponían nuevamente a hacer lo suyo.
Después de un rato, se tendió en la cama abriendo muy bien sus piernas para darle el turno a Raymundo, que antes de montarse, dio un repaso al cuerpo de mi bella esposa con besos, lamidas y mordidas desde sus pies hasta el cuello. Ya estando allí, le clavo una estocada que la hizo pegar un grito apasionado. Ella subió sus piernas a sus hombros y él se arrojó con todo su cuerpo sobre ella, pero ella estaba gozando tanto de aquel hombre, que se olvidó de atenderlo y se dedicó solamente a disfrutar y a lanzar miradas de placer hacia la ventana donde yo miraba. Después de unos minutos, el no estaba satisfecho con lo que estaba pasando por lo que se bajó y cedió el lugar a su compinche.
De igual forma, Juan dio un repaso al cuerpo de mi Estela con su boca y manos… llegó al cuello y empezó a besarla con gran pasión… Ella le correspondió con fogosidad, le tomó el pene y le acariciaba las tetillas. Se dobló un poco para chuparlo y asegurarse que estuviera bien erecto, pero de entrada les aseguro que si lo estaba, y según me dejó en claro, nunca se había metido nada tan grande como eso en su vida. Juan la montó de un brinco, ella lo atrapó con sus piernas y comenzó con un meneo formidable, raro se me hizo que el tal Juan no se viniera dentro de ella en ese momento (hasta entonces recapacité en que no estaban usando condones, le dijeron que ella debía haberlos llevado, como buena piruja, pero claro, no estaba preparada para eso).
Después acostó a Juan sobre la cama… su pene parecía un mástil y ella se trepó en él, y empezó a bajar introduciéndolo lentamente en su vagina… en eso, Juan la tomó de la cadera y la jaló de sopetón, clavándole por completo su gordo y largo miembro. Ella se empezó a venir y a chorrearse encima de él, que le dijo que nunca había tenido una puta tan sabrosa y caliente. Ya pasado el orgasmo, ella le empezó a aplicar “la batidora” y claro, volteando a mi ventana con cara de “mira que bien lo hago”. Él estaba encantado con ese movimiento y estiraba las manos y le agarraba las chichis tan fuerte que le dejó algunos moretones. De repente ella se arrojaba sobre Juan y le plantaba apasionados besos… supe después que lo hacía cada que tenía un orgasmo.
Pensaba que nada podía superar aquella situación, que me tenía masturbándome escondido en las sombras, pero llegó lo mejor, justo cuando ella montaba a Juan y lo besaba con pasión, cuando la tenía bien abrazada apretada contra él… Raymundo decidió que aquello que veía le encantaba y era su turno de gozar lo que no había gozado cuando estuvo montado en Estela… Se acomodó de un brinco, ya con el pene bien erecto y empujó un poco dentro de la vagina de mi mujer, que sintió por breve tiempo la delicia de tener dos penes ocupando ese lugar, pero una vez que Raymundo pensó que ya estaba lo suficientemente lubricado, lo sacó y empezó a meterlo en su ano… y ella a gozar y a moverse y a temblar como ninfómana desquiciada, hasta que los dos vaciaron su esperma en sus respectivos huecos… ella les dijo: “No me vean la cara ahora, porque van a querer cobrarme en vez de pagarme”.
No pude tener mejor suerte… hasta ese momento ó la campana de la recepción que anunciaba la llegada de nuevos huéspedes. Me sentí muy dichoso de no haber sido interrumpido con anterioridad y corrí para atender el negocio. Apenas registré a los nuevos huéspedes y los llevé a su habitación, llegaron otros más, de tal modo que hasta casi una hora después, me hube desocupado y me empezó la preocupación de que mi esposa aún no salía de aquella habitación. Me arrimé con sigilo a ver qué sucedía, y para entonces ya estaba la luz apagada. Sentí pavor, pero apenas pensaba en lo que tenía que hacer, cuando escuche que la puerta de la habitación se abría. Salieron los tres desnudos al pasillo… ella, desnuda, puso su ropa en el piso para arrodillarse a chuparlos hasta que los dos se vaciaron por completo en su boca. Después de propinarle un par de buenas nalgadas, aquellos amigos se volvieron a meter a su cuarto y ella, en el pasillo, se puso solamente encima su vestido y agarró con una mano sus zapatillas y ropa interior, mientras que con la otra apretaba satisfecha los cuatro mil pesos que acababa de ganar en esa noche.
Caminé hacia ella, la cargué en mis brazos para que no tuviera que andar descalza por los pasillos, la besé con pasión, prácticamente le comí la boca sin importarme el tipo de leche que acababa de beber hace unos instantes. Llegué con ella a grandes zancadas a la recepción y la deposité sobre el mostrador. Entonces seguí besando el resto de su cuerpo, sin omitir meter mi lengua en su vagina y en su ano. Finalmente, la puse de pie de espaldas a mí, y la doblé sobre un sillón, para penetrarla de forma anal hasta que me vacié por completo dentro de ella. Terminó de vestirse y subió a esperarme al carro… ya casi era la hora de terminar mi turno y el recepcionista matutino estaba por llegar. Antes de salir, Raymundo y Juan dejaron el hotel. Al dejarme la llave, Raymundo me comentó que tenía una magnifica esposa. Debió ser muy intuitivo, porque ella jura que no le comentó nada y todo el tiempo se hizo pasar por puta, mi sabrosa y caliente puta.
Un mes después quisimos repetir la experiencia con un ganadero, pero todo fue un fracaso, nada que contar.
Lo que sí, es que a los dos meses regresaron Raymundo y Juan, pero esta vez, los invitamos a cenar a nuestra casa… claro que nos cenamos a mi mujer, pero eso será motivo de otra caliente narración.

De eso hace ya más de 20 años... no puedo jurar que las cosas sucedieron exactamente como las recuerdo... tal vez las he mejorado un poco cada que pienso en todo eso, pero de forma general, eso fue lo que sucedió.


ccrew09 31M  
32 posts
4/20/2020 8:35 pm

Gracias por el aviso, no puedo ver sus mensajes, pero siempre disfruto de sus historias


Dec1d1d0s replies on 8/30/2020 2:10 pm:
Gracias, aquí seguirán apareciendo

Firestriker781 24M
16 posts
4/21/2020 10:45 am

que buena historia espero la siguiente hubiese estado genial que tu tambien llegaras para qeu hubiese estado bien servida por todos lados


Dec1d1d0s replies on 8/30/2020 2:10 pm:
Según yo, los huéspedes no se habían dado cuenta...

mike1958773 65M
945 posts
5/27/2020 7:52 pm

saludos de película


Dec1d1d0s replies on 8/30/2020 2:09 pm:
Saludos! Qué bien que te gustó

mike5810271 65M
7 posts
6/21/2020 5:06 pm

Que delicioso relato felictaciones por ello


Dec1d1d0s replies on 8/30/2020 2:08 pm:
Gracias!

mephir83 41M
2 posts
12/10/2020 4:33 pm

que rico relato, falto que contará ella que más le hicieron en el tiempo que no pudiste ver. Excelentes relatos


Dec1d1d0s replies on 1/7/2021 10:44 am:
Hubo muchas cosas que le hicieron que jamás me contó

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