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Nuestro primer Menage a trois  

vixentjstag 45M/43F
7 posts
2/17/2021 4:52 pm
Nuestro primer Menage a trois

Hola, quisiéramos contar cómo fue nuestra primera experiencia en compartir la cama con un invitado, esto ocurrió ya hace algunos años. Cuando mi esposa tenía 35 años y yo 38. Cabe añadir que hasta el día de hoy hemos realizado al menos una decena de tríos en cerca de 4 años, este relato estará desde la perspectiva del stag, porque nuestro matrimonio es del tipo stag/vixen, es decir a mi me gusta compartir a mi dama con otros afortunados caballeros, pero sin la humillación que a veces hay en una relación del tipo cuckold.

Desde que me case con mi excitante esposa, yo había tenido la fantasía de llegar a compartirla sexualmente con alguno de mis amigos. Y es que mi esposa es una dama muy atractiva y sensual, su belleza, no sólo radica en su físico, sino con su presencia y carácter. Si bien su despertar sexual fue tardío, a recuperado el tiempo perdido, sin embargo, para sus amigas, compañeros de trabajo, conocidos y familia ella es la persona mas inocente y cohibida. Están muy lejos de imaginar lo ardiente y lasciva que puede llegar a ser.
Después de más de años de una relación monógama, ella empezó a aceptar la idea de realizar un menage a trois. No quiero decir que impuse mi fantasía, todo lo contrario, es decir ella adoptó la idea de invitar a alguien mas a nuestro lecho, pero claro, bajo sus condiciones. Algo con lo que yo estoy de acuerdo, es su cuerpo por lo tanto ella decide quien puede llegar a ser su compañero sexual. Ella es feminista y me encanta. Así que fue mi esposa la que decidió seleccionar al afortunado caballero para realizar nuestro primer trio. Obvio, descartó a nuestro circulo de amigos así que optó por fornicar con un desconocido (hasta ese momento).
Bueno ahora quiero contar como conocimos a nuestro primer invitado. Mi dama y yo salimos 1 o 2 veces al mes a algún bar o antro (dependiendo nuestra economía y quien nos cuide a los niños), como ella disfruta bailar de la música ochentera en inglés frecuentamos lugares donde tocan esa música.
La primera vez que vimos al que sería el afortunado con quién compartiría a mi esposa, mi dama había ido a uno de esos bares con unas amigas yo les alcance mas tarde. Esa noche una chica estuvo coqueteando con mi esposa y bailando con ella (mi esposa tiene mucho pegue no solo con hombres, sino también con chicas bisexuales y lesbianas, aunque su lado bisexual no ha sido del todo explorado, pero esa es otra historia). El tipo que sería nuestro primer invitado estaba con un grupo de amigos y miraba a mi esposa, ella también lo miraba. Era obvio que había interés de ambos (bueno obvio para ellos, yo la verdad esa noche no me percate de ello). Ya en casa mi dama me comentó del tipo y que podría ser un prospecto para nuestro “tercero”.

Dejen lo describo: es delgado, un poco mas alto que yo 5.8 pies o 1.81 mts. moreno claro de corte de cabello tipo hípster pelo corto de los lados y largo en el centro que peina hacia un lado, fumaba cigarros electrónicos, barba larga y alargada, uno de sus brazos con tatuajes y tenía 32 años.

Fuimos de nuevo al bar en otras dos ocasiones sin coincidir, luego nos lo topamos. Ellos siguieron con su juego de miradas y coqueteos, pero de ahí no iban a pasar así que tome la iniciativa, en algún momento que coincidimos los dos en el baño de hombres aproveche un pretexto para platicar un poco con él, al final comente que se le hacia atractivo a mi dama.
La cosa es que tal vez se sacó un poco de onda porque tal vez pensó que estaba celoso y ya no miraba tanto a mi chica. (Esto resulta lógico, pues se trataba de un bar regular, no de un club swinger). Mi esposa me preguntó de que habíamos conversado y yo le comenté. Mi dama me dijo que ya lo había arruinado, en fin. Ya para irnos pasamos por donde el estaba con sus amigos yo lo salude con una inclinación de la cabeza, el respondió, uno de sus amigos nos invitó a que los acompañáramos. Hacemos las presentaciones respectivas y nos sentamos con ellos. Ahí a pesar del ruido del antro, ellos empezaron a platicar y bailaron algunas canciones e intercambiaron números de celular.

Luego mi dama fue al baño y unos minutos mas tarde nuestro amigo también fue. (los baños del lugar están en otro piso) Él la espero a que saliera del baño y se empezaron a besar. (Mi esposa me contó eso cuando llegamos a la casa. Obvio, me puso supercaliente la imagen en mi mente de mi chica besándose con un extraño que acababa de conocer).


Esa noche no paso nada entre ellos mas que esos besos (mi esposa me comentó que el tipo besaba bien y que le había gustado hacerlo y que se había excitado un poco). La siguiente vez que coincidimos con en el bar ya nos sentamos directamente con el y sus amigos. Esa vez el que fue al baño fui yo y al regresar mi esposa me dirigió una sonrisa pícara, y me dijo al oído: -ya le propuse el trio-, me sorprendió que fuera ella la que tomara la iniciativa (mi dama me da algunas sorpresas muy calientes a veces) el caso es que yo le pregunté al tipo que le parecía la propuesta. Él me dijo que se sentía halagado pero que antes le gustaría conocernos un poco mas. Lo cual nosotros estuvimos de acuerdo, tanto mi dama como yo, no buscamos que el “tercero” sea solo un tipo para un “one nigth stand”, sino establecer una relación de confianza.
Ellos mantuvieron la conversación mediante mensajes de teléfono, pero las cosas se fueron enfriando en otro aspecto. Habíamos quedado de salir y nos canceló un par de ocasiones a ultima hora. Aunque ya nos sentábamos con él y sus amigos en el bar cuando coincidíamos, ahora platicábamos mas con sus amigos. En una ocasión él llevó a una chica que le estuvo coqueteando. Mi dama pues fue perdiendo también el interés.
Una noche fuimos a ese bar, ya era la temporada dónde el clima empezaba a ponerse un poco más frío, por lo que mi dama optó por llevar ese día unas zapatillas tipo botín alto, pantalón negro de mezclilla y una blusa estampada gris con abertura en la parte superior de los senos, iba más casual, pues no esperábamos que algo fuera a ocurrir esa noche. Estábamos en segundo piso del antro y nuestro amigo envió un mensaje diciendo que iría al bar y así sucedió, solo que se quedo en la primera planta. Lo esperamos un rato, pero al final decidimos marcharnos. Como no somos mal educados pasamos a despedirnos, pero ya ahí nos quedamos un rato con él y sus amigos. Tuve que ir al baño y cuando regrese mi esposa me comentó que el tipo le había dicho que si se hacía lo del menage a trois iba a ser esa noche. Le pregunte a mi esposa si quería y si estaba segura a lo que me contestó que si. Salimos mi pareja y yo fuera del bar después de despedirnos y esperamos a nuestro invitado, quien nos alcanzó a los pocos minutos.
Nos dirigimos los tres al estacionamiento, pero antes pase a una farmacia abierta 24 horas por una buena dotación de preservativos. Estábamos alegres y nerviosos por la nueva experiencia que tendríamos. Yo miraba a nuestro invitado y pensaba que en un rato mas él estaría fornicando con mi esposa quien tenía mas de años de sólo tener cópula únicamente conmigo (un año antes ella había realizado una felación a uno de sus amigos, pero esa es otra historia) esa idea me excitaba y me ponía celoso al mismo tiempo, el corazón me palpitaba. Al salir del estacionamiento, mi sexxxy esposa no perdió el tiempo y se pasó con nuestro amigo al asiento trasero, ahí recostados empezaron a tocarse y besarse mientras yo conducía hacia el motel mas cercano. Pero al llegar a este, estaba todo ocupado, en todos los cuartos había gente teniendo sexo.
Me dirigí pues en busca de otro lugar para fornicar, pero primero pare en una gasolinera puesto que el tanque del vehículo estaba casi vacío. Mientras cargaba gasolina veía como mi esposa y nuestro invitado reconocían sus cuerpos por medio de caricias, besos y abrazos a través de unos vidrios ya algo empañados y el carro moviéndose por la mêlée que ocurría en el asiento trasero, él estaba encima de ella besándole el cuello y subiendo su blusa para atacar los senos y pezones de mi ninfa, ella sigilosamente acariciaba y frotaba el miembro de él por encima del pantalón. Mientras ellos se divertían yo continuaba en la búsqueda de un motel a las 3 de la mañana y aprovechaba los semáforos en rojo para ver por el espejo retrovisor lo que mi dama hacia con su amigo.

Por fin encontré un lugar. Pague el cuarto y pase a estacionarme. Al cerrar el portón descendimos los tres del vehículo, mi esposa estaba nerviosa y excitada, subimos las escaleras que conducían al cuarto guiados por ella. Debía intuir que cruzando el umbral de la puerta no había marcha atrás, se iba a entregar a otro hombre y yo iba a presenciarlo (y participar también).

Afortunadamente el cuarto era amplio. Una cama king size, sillón, cómoda con espejo, regadera transparente, baño y en el techo, encima de la cama un gran espejo, estaba limpio y a media luz. En unos instantes nuestra fantasía se iba a ser realidad. Sonrió nerviosa diciendo: -deberíamos haber traído una botella de vino o algunas cervezas- yo prefería las cosas así, no quería sumar mas alcohol a la ecuación, quería que fuera una experiencia con ella plenamente consciente de lo que en unos instantes ocurriría.
Mi esposa se colocó de pie en medio de los dos caballeros, nuestro amigo enfrente y yo atrás de ella y cada uno empezó a tocar, acariciar y besar lo que tenía enfrente. Nuestro invitado besaba en la boca a mi esposa, mientras sus manos se apoderaban de sus suaves senos o bajan hasta la entrepierna para acariciarle el coño, mientras que yo besaba la espalda y mis manos se deleitaban en el derrière, entre los dos aprisionábamos al lujurioso cuerpo de mi esposa, la cual se dejaba llevar absorta entre los besos y caricias que los dos hombres efectuábamos sobre su anatomía, sin darle mucho respiro, en nuestro asedio sobre ella la rotamos de lugar, ahora yo quede enfrente y nuestro invitado atrás, deleitándonos del manjar que teníamos a nuestra disposición. La fuimos despojando de sus prendas pues queríamos tener contacto con su piel, mi dama siempre huele bien, usa perfume de un olor ligeramente dulce, pero no empalagoso. Le quitamos su blusa/camiseta y alguno de los tres involucrados se deshizo de su pantalón quedando tan solo con un conjunto negro de brassier y pantys.

La temperatura de nuestros cuerpos iba subiendo y después de algunos minutos de caricias, mi dama dijo: - ya no aguanto, quiero mamar! - acto seguido nos desabrochamos los pantalones y sacamos nuestros miembros que ofrecimos a mi esposa, la cual ya en cuclillas empezó a devorar a uno mientras con su otra mano ejercía el vicio de Onan con el miembro que no estaba en su boca.
Cabe añadir que mi dama es una mamadora<b> natural. </font></b>Su boca es una verdadera delicia, tiene unos labios gruesos que se apoderan de tu carne con una suavidad increíble, mientras que su lengua se mueve como un pez...succiona a la vez que lame y le gusta hacerlo siempre que la ofrenda sea de su agrado. Le gusta que el vello púbico de su pareja sea corto o rasurado, no le importa si el pene este circuncidado o no, mientras huela limpio, pero sobre todo si esta duro. Entre más duro este, más le gusta hacer la felación a ella. La cual no se limita a al pene, sino también a los testículos. Ella es de garganta profunda y hasta el día de hoy a devorado totalmente a nuestros invitados.

Ahí estaba mi dulce esposa mamándosela a un tipo que la verdad solo conocíamos de un bar y se veía hermosa y sexy y con su mano masturbándome a un ritmo lento pero fuerte, luego cambió, chupándome a mi y jalándoselo a él. Todo estaba saliendo a pedir de boca y realmente estábamos disfrutando mucho de la situación, pues mi dama no nos daba descanso, alternando entre los dos penes.

Ahí fue cuando cometí el primer error de la noche. Verán mi esposa y yo ya habíamos platicado que nos gustaría hacer en un menage a trois, si bien hay que dejar lugar a la espontaneidad, es bueno platicar acerca de las posibles situaciones que se puedan dar. El problema radica que en un trio, como su nombre lo indica 3 las personas involucradas y si bien mi dama y yo ya teníamos una idea de lo que queríamos, no habíamos sido muy específicos con nuestro invitado mas allá de comentarle que yo soy heterosexual y que la atención iba a ser sobre mi esposa. Así, por ejemplo, mi chica me había comentado que quería tener dos vergas en la boca al mismo tiempo algo en lo que yo estoy totalmente de acuerdo (y que después realizamos en un trio posterior con otro amigo) pero en nuestro primer trio no lo platicamos con el invitado. Así que cuando mi bella dama le estaba mamando a nuestro invitado yo acerque mi miembro a la boca de mi esposa para romper la ley física de la impenetrabilidad (esa que dice que ningún cuerpo puede ocupar al mismo tiempo el lugar de otro) y hacer que mi dama efectuará una doble felación, pero entonces el invitado retrocedía, liberando la boca de mi mujer, lo intente un par de veces con el mismo resultado y ya no insistí. Al fin de cuentas teníamos muchas otras cosas que realizar, pero eso nos dio un precedente para las siguientes ocasiones: hay que ponerse de acuerdo entre todos los participantes, pero bueno era nuestro primer trio y la verdad por mas porno que veas, no es lo mismo cuando te toca participar.
Luego colocamos a mi esposa en cuatro puntos en una de las esquinas de la cama mientras ella seguía mamando a uno, el otro caballero se dedicaba a restregarle la verga en el trasero por encima de sus bragas -aunque nuestro invitado, sin que yo me diera cuenta, en un par de ocasiones hizo a un lado la ropa interior de mi chica para restregar su glande en los labios vaginales de mi esposa- para esas alturas, el coño de ella estaba bastante húmedo y lubricado, así se sentía cuando me tocaba a mi estar frotando mi verga sobre sus pantaletas totalmente mojadas y bueno, nos alternábamos de lugar el invitado y yo, ya para ese entonces nos habíamos despojado de nuestras camisas. En un momento mientras ella me estaba mamando y él disfrutando del trasero de mi dama me dice: -quítale la panty- a lo que yo conteste que apenas íbamos empezando. (de nuevo hay que ponerse de acuerdo) pero bueno si me pongo en su situación lo entiendo, yo también hubiera querido hundir mi carne en esa cueva dulce y apretada rebosante de humedad cálida que es el suave coño de mi esposa.

Y que puedo decir, el preámbulo estaba saliendo excelente, todo marchaba bien, mi pareja y yo nos sentíamos cómodos y creemos que en ese momento nuestro invitado también lo estaba. Luego las cosas ya no salieron tan bien, pero bueno se aprende de la experiencia.

Mi dama procedió a despojar del pantalón y ropa interior a nuestro invitado, ya para este momento tanto él y yo nos habíamos quitado el calzado puesto que ya la acción estaba ocurriendo encima de la cama, cuando le quitó el bóxer a nuestro invitado, una verga mas grande que la mía y unos testículos quedaron libres, le comente a mi esposa: -vaya amor, hasta que vas a probar una más grande- el pene de nuestro invitado debía medir cerca 18 cm unos 2 o 3 mas que el mío (no tenía cinta métrica como para dar medidas exactas) no estaba totalmente duro pero si erecto.
Mi esposa pronto se puso a degustar esa verga. El amigo recostado en la cama con las piernas abiertas y mi dulce y hasta entonces tímida esposa se abalanzó a chuparle los testículos y lamer el tronco desde la raíz a la punta. La verdad es que de todas mis antiguas parejas sexuales no hay ninguna con las habilidades orales de mi amada esposa y nuestro amigo se estaba deleitando con la boca de mi esposa. Yo absorto mirando el espectáculo, sabía que en unos minutos más tarde esa carne se iba a clavar en el cuerpo de mi dama y que después de años otro hombre gozaría fornicándose a mi esposa.
Ahí estaba, viendo como la mujer de mi vida, de la que estoy totalmente enamorado tenía toda la boca ocupada con la verga de otro hombre, esa misma boca que me dice te amo, que besa dulcemente a nuestros niños al darle las buenas noches, estaba ahí justo enfrente de mi, sin vergüenza o pudor succionándole con mucha pasión el pito de un tipo que conocimos en un bar. Se veía preciosa y radiante, toda una Venus o Afrodita, una mujer gozando plenamente de su sexualidad sin tapujos. Yo con una mezcla de celos y lujuria que pasaba por mi cabeza y el corazón latiendo rápidamente y mi pene totalmente erecto y goteando líquido seminal. Un espectáculo digno de un cuadro renacentista... pero había llegado el momento de dar el siguiente paso.
No recuerdo si fue ella o él quién pidió un preservativo, pero si que fui yo el que se lo paso a mi esposa. Ella lo abrió de la envoltura y como si fuera una profesional, con la boca se lo fue colocando al invitado. Mi dama y yo hemos llegado al acuerdo que cuando invitamos a alguien más a nuestro lecho, ser buenos anfitriones y dejar que el “tercero” sea el primero en coger con ella. A esas alturas ya mi dama solo traía puesto el sostén, pero con los pechos de fuera, alguno de los dos caballeros o ella misma la había despojado de la pantaleta que totalmente mojada yacía en el suelo con el resto de nuestras prendas; tanto el invitado como yo ya habíamos disfrutado con el tacto de la desnudez de la entrepierna de mi amada esposa y notábamos el néctar que brotaba de su triángulo.

Ella decidió montarlo, así que separó las piernas y se puso encima de él para buscar la unión de sus cuerpos, empezó con un balanceo rítmico, para hacer que esa verga entrará en su jugoso coño que ya deseaba ser penetrado por ese trozo de carne tibia. Yo en la orilla de la cama veía como ese falo intentaba abrirse camino, primero la glande rozaba los labios vaginales de mi esposa, y al siguiente movimiento los intentaba abrir, luego en el siguiente balanceo, la punta del pene se hundía un poco más en los labios superiores, abriéndolos, el glande desapareció de mi vista porque ya había entrado en la vagina, el acople ya estaba hecho y un pequeño gemido se escapó de mi mujer, que siguió con su rítmico movimiento, despacio, para que su coño se acostumbrara a esa nueva verga que empezaba a perforarla, yo mirando como hipnotizado a mi esposa tirándose a ese tipo cuya verga se hundía más en mi mujer, ella descendía un poco más sobre ese pito, cuya mitad ya estaba en el interior de mi esposa y cuyos jugos empezaban a resbalar sobre el falo del amigo,
, mi esposa empezó a aumentar el ritmo de sus gemidos asimismo su balanceo pero esto hizo que se desacoplaran, mi dama agarró la verga con una de sus manos y la colocó justo en la entrada de su cueva, dejándose caer, esta vez entró más de la mitad con el correspondiente gemido, en el siguiente embate la verga la penetró por completo arrancándole un ligero grito de satisfacción a mi bella dama, que como una amazona empezó a cabalgar su nueva montura.
Siendo la primera vez que hacíamos un trío y debido a mi impaciencia me acerqué a ellos al poco tiempo, empecé a acariciar el trasero de mi mujer mientras ella cabalgaba y dar concejos que no me pedían: -chúpale los senos, eso le gusta- y en efecto, eso le gusta y la hace venirse muy rápido. Pero ahora pienso que, si los hubiera dejado más tiempo a ellos dos solos, la experiencia hubiera sido más larga y placentera.

Resulta ser que lo que había empezado muy bien, se fue apagando, a pesar de lo pasionalmente que se movía mi dama, no lograba acoplarse del todo bien con el invitado, el cual se salía de ella regularmente, y es que en realidad su miembro no estaba del todo duro. Al final del relato daré mis teorías al respecto. Aún con sus bemoles la experiencia no fue del todo mal, para ser nuestra primera vez, pero distó mucho de nuestras expectativas.

Mi dama se veía radiante encima de otro hombre y eso me llevó a otra imprudencia. Decidí unirme y poniéndome un preservativo me acerqué al exquisito trasero de mi mujer que seguía cabalgando al invitado. Sabía que una doble penetración era poco probable, ya que mi dama no es muy fan de la sodomía (tal vez en otro relato contaré de nuestras experiencias en el sexo griego) pero veía factible con la calentura que tenía mi esposa hacerle una doble penetración vaginal. En un par de ocasiones con un dildo ya lo habíamos hecho en casa. Así que acerqué mi miembro erecto a la vagina que estaba ya ocupada por la verga de nuestro invitado y empecé a ejercer presión para entrar. He de confesar que con lo mojada que estaba mi dama la unión no fue tan difícil y el acople se logró en uno de los movimientos que hacía mi esposa cabalgando a nuestro amigo. La estrecha vagina de mi esposa fue capaz de tener dos penes dentro de ella al mismo tiempo, yo no tuve problema en que nuestros penes se rozarán adentro del coño de mi esposa.

Pero bueno, como no lo habíamos platicando con nuestro invitado, el acople duro apenas unas cuantas embestidas pues a diferencia de mi pene que estaba super duro, el de nuestro invitado tendía más a la flacidez y terminó por salirse y a decir verdad ya no logró ponerse completamente duro como seguramente le hubiera fascinado a mi dama.

Cambiamos de posición ahora ellos se pusieron en misionero y yo tome nuevamente mi lugar como observador, mi esposa se recostó boca arriba y abrió bien sus piernas para recibir a nuestro amigo, quien se puso sobre ella y se deslizó dentro de mi mujer acoplándose a su vagina que se veía deliciosa, como un durazno y ahí estaba mi esposa siendo follada por nuestro invitado y yo mirando como se la cogía.
En esos momentos es cuando surge un lazo especial en las parejas stag/vixen o al menos entre nosotros dos. El que tu chica te tome de la mano y te mire a los ojos mientras otro hombre se la está cogiendo, es un momento mágico y muy romántico, lleno de confianza y complicidad, rompes con muchos prejuicios (no con valores) y vez que ella no te es infiel y sino que es una mujer que goza de su sexualidad libremente, y vez el amor reflejado en sus ojos al mismo tiempo que ella disfruta del sexo con otra persona, escuchas sus gemidos y sabes que ella esta gozando de ese casi extraño que la esta clavando. Repito, fue una lastima que nuestro invitado no cumpliera con todas nuestras expectativas, porque hubiera sido más satisfactorio para nuestra primera experiencia en un trio el que le hubiera tocado a mi esposa todo un semental como ella se lo merece. Después de un rato nuestro invitado nos dijo que necesitaba un descanso.
Yo ocupé su lugar, puse mi miembro en la entrada de la vagina de mi dama y lo introduje totalmente compatible con un movimiento lento hasta que nuestros pubis estuvieron pegados. Era la primera vez que me tiraba a mi esposa justo después de que otro hombre se la acababa de coger. Ya sea por toda la situación, porque estaba super caliente o porque en mi subconsciente quería reafirmar que ella era mi mujer (No en el concepto de propiedad, sino es mi pareja, mi esposa, mi compañera de aventuras y una mujer maravillosa a la que amo profundamente -y tal vez por la teoría de competencia de esperma-) la empecé a follar con mucha pasión, le levante sus piernas y las puse sobre mis hombros mientras la fornicaba. Para mi el invitado había desaparecido y yo me dedicaba a copular con mi amada esposa, así estuve algunos minutos apareándome, pero ella es mucho más atenta y cortes que yo y me advirtió que también había un invitado y que debía participar. Esto me saco del trance y por supuesto deje que mi chica fuera a divertirse con nuestro amigo.
Mi dulce esposa me sonrió, me dio un tierno beso y como una traviesa colegiala se dirigió a mamarle otra vez la verga a al tipo que conocimos en un bar. Cabe mencionar que también era el primer trío que él realizaba y a pesar de que carecía de mucha imaginación sexual, se comportó amable y atento. Por ejemplo, al estar mi esposa haciéndole el fellatio nuestro invitado ponía la mano sobre la cabeza de mi esposa, pero no en una actitud de dominación sino para mantener el ritmo de la mamada. Mi dama le encanta mamar la polla, pero no que la obliguen a ello.
Después de un rato y al ver ella que la verga de nuestro invitado se le había puesto más dura decido montarlo otra vez, estuvieron así un rato, a veces se salía, pero mi chica sexy lo volvía a introducirlo, con cada movimiento que ella hacia al cabalgarlo sus senos se movían armoniosamente, a veces nuestro invitado los tomaba entre sus manos y a veces los dejaba libres, permanecieron unidos por un rato, pero de nuevo, la condición física de nuestro amigo impidió a ambos culminar la cópula, lo dejamos pues descansar y pronto cayó en los brazos de Morfeo.
A estas alturas tanto mi dama como yo sabíamos que nuestro compañero no era lo que esperábamos en la cama para nuestro primer trio, pero era lo que teníamos y habría que aprovecharlo de alguna manera. Así que lo dejamos que durmiera un poco y nos dedicamos a darnos placer entre nosotros. Mi dulce chica se recostó boca arriba sobre la cama abrió lenta y seductoramente las puertas de su templo y yo miraba su coño recién cogido, la penetre en posición de misionero y pronto balanceábamos nuestros cuerpos como un velero que cruza presto las olas, mi esposa no tardo en llegar a los albores de la petit morte, pues como sea había estado recibiendo verga de su amante, sumado a mis embates -más pausados que la primera vez que yo la fornicaba esa noche- hicieron que mi hermosa compañera tuviera un orgasmo. No fue uno intenso como regularmente los tiene, pero al menos alcanzó el clímax del acto sexual. Nos besamos, yo todavía no acababa, pero eso no era importante.
Mi seductora compañera fue a acurrucarse con nuestro invitado, que entre dormido la abrazó quedando ella dándole la espalda y él atrás de mi esposa quien replegó su trasero al cuerpo de nuestro corneador. La imagen era digna de una postal, no una postal navideña, sino de un álbum erótico seguramente prohibido de la era victoriana. El contraste de sus pieles lo hacía atrayente y enigmático, pues nuestro invitado es de color mas moreno que yo y mi dama es blanca. Ellos dos dormitaron un poco, alrededor de media hora, mientras yo admiraba todo el erotismo que era ver el hermoso cuerpo de mi dama desnuda en brazos de otro hombre.
Claro que no solo me limite a mirar después de un tiempo comencé a acariciar delicada y suavemente a mi esposa sin interrumpir el abrazo que nuestro invitado tenía sobre ella. Mis caricias tendrían un efecto de reacción en cadena, pues ella empezó a reaccionar a mis atenciones y comenzó a moverse sensualmente lo que provocó la reacción de nuestro amigo que dio inicio a su participación. Con una mano empezó a sobar los senos de mi esposa y con la otra acariciar primero el pubis de mi dama y luego descendió para tocarle los labios vaginales, sus dedos empezaron a explorar la intimidad de mi amada, y las yemas de sus falanges se humedecieron con la ambrosia que fluía de la zona intima de ella, mientas que con su boca dirigía ósculos al cuello de mi chica, a lo que ella respondía replegando mas su trasero hacia él y con gemidos que iban incrementando conforme subía la intensidad de las caricias.

Mas tarde mi esposa me contó algo que en ese momento no me percate y era que nuestro invitado no solo estimulo el coño de mi sexy chica, también estuvo acariciándole el ano. Obvio la excitación iba en aumento y el deseo se apoderaba de nuestros cuerpos, mi falo ya estaba erecto de nuevo y el de nuestro amigo empezaba a hincharse y crecer. Él se levantó y nos preguntó si podía volver a meterle la verga a mi esposa, -claro, para eso estamos aquí- fue nuestra respuesta.
Él se puso otro preservativo y se colocó atrás de mi amada, quien se puso en cuatro puntos dándole el trasero a él y acomodando su cara en medio de mis piernas arqueadas a las cuales sujetaba para sostenerse mejor mientras me la empezaba a mamar. Comenzamos a hacer un spit roast que es una de las posiciones que mas le gustan a mi esposa cuando incluimos a otro caballero en nuestra vida sexual, mientras nuestro invitado se beneficiaba clavándosela a mi esposa, esta al recibir los embates de él se introducía más mi pito a su boca, y cuando yo lo deslizaba hasta su garganta hacia que ella retrocediera y se ensartara mas la verga de nuestro invitado, en un vaivén extremadamente placentero.
Mi dama a veces dejaba de chupármelo para poder agarrar aire, sus gemidos fueron sustituidos por quejidos, de hecho hubo unos 2 minutos en los que vi a nuestro invitado acelerar el ritmo de manera fuerte y mi esposa empezó a gritar totalmente extasiada, creí que por fin se le había puesto totalmente dura a nuestro amigo y que mi esposa estaba gozando de esos 18 cm de carne que perforaban sus entrañas, casi me venía en la boca de mi esposa por la emoción de ver a mi dulce y tierna dama actuando como una zorra... pero desafortunadamente era tan sólo eso: una actuación, mi esposa me confesó ya en casa que si bien ya la estaba recibiendo, el pene de nuestro invitado seguía sin conseguir la dureza necesaria, así que comenzó a gemir y quejarse para ver si eso lo excitaba (él le había comentado que los gemidos le prendían) y lograba ponerlo duro para entonces no fingir.
Sin duda nuestro amigo se emocionó como yo, pero no logró esa rigidez que deseaba mi mujer y tampoco ayudó su condición física pues pasados esos 2 minutos, de nuevo pidió tiempo de descanso. Yo sin saber que mi sexy chica había aplicado la escena del restaurant de "when Harry meet Sally", y pensando en ese momento que mi dama había recibido una rápida, pero al menos buena cogida cambie posición con nuestro invitado y me dedique a follarla mientras ella degustaba de la verga de su amante con la boca y de la mía entrando en su vagina, el resto del tiempo nos la pasamos así, yo clavándosela y ella mamando. Así estuvimos un buen rato, yo me vine como a los 15 minutos y mi esposa seguía chupando pija, ya me había dado cuenta que ni siquiera así, nuestro invitado lograba tener una erección decente. Después de estar haciéndole sexo oral alternando con masturbación cerca de media hora, por fin mi esposa logró que nuestro amigo se corriera.
Mi chica fue al baño a limpiarse y orinar y al regresar venía con el sostén semi amarrado entre sus muñecas, se acercó a nosotros caminando seductoramente y con una sonrisa de diablesa mostrando sus manos semiatadas, nuestro invitado preguntó medio adormilado que qué pasaba, y fue en un tono que le quitó a mi dama todo el animo de una sesión de bondage ligero e improvisado que ella quería, y nuestro amigo perdió la oportunidad de reivindicarse usando la imaginación sexual (y los dedos y lengua, porque el pene...digamos que no era su fuerte esa noche). Nos acostamos los tres en la cama y bueno, estuvimos platicando un poco alrededor de media hora, el sol ya tenía rato que entraba por la ventana, cuando nuestro invitado comentó que tomaría un baño.
Y cometí el ultimo error de la velada: en lugar de dejar que mi esposa fuera solo con él a tomar un baño, fuimos los tres, después de enjabonarnos mi chica se arrodilló y empezó de nuevo a devorarnos alternadamente las vergas mientras el agua de la regadera caía sobre nuestros cuerpos. La verdad mi dama se veía super sexxxy y la chupaba muy rico como ella sabe hacerlo, lamía el tronco, le daba caricias en la punta con su lengua, succionaba los testículos, se la metía hasta la garganta y estando toda adentro sacaba un poco la lengua para lamer los huevos, su lengua parecía una ventosa sobre el glande, en fin estaba delicioso y esa fue la despedida, porque nuestro invitado no levantaba lo necesario como para que hubiera ocurrido algo mas.

Terminamos de asearnos, recogimos nuestras prendas tiradas y revueltas, mi dama se andaba equivocando y estuvo a punto de ponerse el pantalón de nuestro amigo, risas, aun lo invitamos a desayunar, pero él declinó la oferta argumentando que quería ir a su casa a dormir. Le dimos las gracias por la velada (somos educados) y nos subimos los tres al carro para llevarlo a su casa. Lo dejamos, mi esposa le dio un beso de despedida y eso fue todo. Ese fue nuestro primer trio, que si bien tuvo sus momentos no fue como lo habíamos imaginado en nuestras mentes.

Ya en nuestra vida sexual hemos tenido otros menage a trois, después de ese y hemos aprendido algo de ellos y sumado experiencia. Aunque no hemos tenido mucha suerte con nuestros invitados, yo al menos no cometo tantos errores. Les doy mas tiempo para que mi dulce y amada esposa este disfrutando su sexualidad con nuestras nuevas amistades, hablamos mas de lo que esperamos sobre el encuentro, pero no lo planificamos paso a paso, al fin de cuenta también es importante darle paso a la espontaneidad. Eso sí, los preámbulos siguen siendo los mejores. Desde que ella se arregla para el posible encuentro, un día antes le ayudo a depilar su zona íntima, y hasta aconsejo el tipo de la lencería que ella se pondrá, siempre buscando la sensualidad y seducción, seleccionar la música y el baile, para lograr un ambiente lleno de erotismo, hasta el yo ir conduciendo por la ciudad en la madrugada mientras ella realiza sexo oral con algún otro hombre en el asiento trasero y otras cosas que luego les contare.

Sobre el desempeño de nuestro invitado pienso que hubo varias variables o posibilidades por las cuales no pudo estar a las alturas de nuestras expectativas y a continuación las desarrollo brevemente:

Estaba demasiado pasado: Si bien no había tomado mucho cuando estuvo con nosotros en el bar, nuestro amigo había llegado como a la 1:30 de la mañana ahí, si es probable que se haya metido alguna sustancia ¿Porque pienso que pudo ser eso? por que cerca de un año después nos habló como a las de la mañana, preguntándonos donde andábamos y si podía vernos. Accedimos a verlo porque mi esposa lo escucho muy mal. Estaba superdrogado y había perdido la noción de donde andaba y del tiempo (Fiesta larga, supongo...).

Estaba nervioso: era su primer trio y es probable que lo tomara como competencia entre machos alfa y mostró algo de inseguridad sexual pues no se si lo dijo como broma o realmente pues ya para salir del motel me comento: -bueno, al menos se que no me gustan los hombres-

Estaba en una relación: Él nos dijo que era soltero, es decir divorciado, pero al poco tiempo después de nuestro menage lo veíamos seguido ya con la chica que había llevado al bar. Actualmente sigue con ella. Mi esposa a deducido que era probable que ya anduviera con ella cuando ocurrió el trio.

Mi conclusión es que probablemente hayan sido una mezcla de algunas de las anteriores y tal vez otras que pase por alto. De cualquier forma, esperamos que le vaya bien en su vida, aun tenemos contacto esporádico con él, aunque ya casi no nos lo hemos topado en los bares. (Tampoco nosotros salimos siempre). Una cosa que, si nos gustó mucho de él, es que siempre ha sido muy respetuoso.

En fin, este ha sido mi relato, siéntase libres de comentarlo, espero pronto continuar contando mas de nuestras travesuras. Saludos y gracias por tomarse el tiempo de leer.


JJOHHANNA 52F

2/26/2021 9:40 pm

woow que erotica descrpcion me gusto mucho


vixentjstag replies on 2/27/2021 4:38 am:
Que bueno que te gustó nuestro relato, esperamos pronto seguir contando algunas de nuestras vivencias y fantasías. Saludos y gracias por tomarte el tiempo de leerlo

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