Intercambio de relatos por correo
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Posted:Aug 19, 2016 3:38 am
Last Updated:Aug 29, 2021 9:24 am
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Buenas, adultistas:
Tengo una idea que me ronda la cabeza.
Dispongo de poco tiempo, y no creo que publique relatos aquí en algún tiempo, pero se me ha ocurrido una propuesta:
¿Te/Os gustaría tener un intercambio de relatos eróticos donde los protagonistas seamos nosotros?
Si la respuesta es afirmativa, tan solo deja un correo (puede ser específico, tan solo para esto), y comenzaríamos para ver que tal se da.
Podríamos tener un correo inicial para describir las espectativas con esto y nuestros gustos generales (para no empezar en frío).
Por supuesto, me comprometo a no hacer visibles los correos suministrados en esta publicación: ninguno queremos malos rollos.
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Propuesta
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Posted:Mar 20, 2020 6:14 am
Last Updated:Mar 20, 2020 2:46 pm
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Buenas,
Ultimamente tengo un apetito oral voraz, y no dispongo de la acción suficiente para saciarlo, por lo que pregunto:
¿Te interesaría quedar para recibir sexo oral (y solo sexo oral) durante unas dos horas? (más tiempo irrita la zona demasiado y resulta contraproducente)
Cosas a tener en cuenta:
1º Siempre es mejor tener el coño depilado o bien rasurado, porque al estar tanto tiempo, el simple roce de tu propio pelo sobre tu piel, puede irritar bastante la zona.
2º No me importa la edad o belleza de mi objeto de 'juegos', tan solo quiero dar salida a mi apetito, por lo que no tengas ningún tipo de reparo en expresar tu disposición a recibirlo.
3º No haré visibles los comentarios de este post, por lo que todo quedará entre nosotros.
4º Mi disponibilidad es exclusivamente en la provincia de Madrid, por lo que tendrás que tenerlo en cuenta.
Esperando ávidamente que algún tipo de alma caritativa me ayude con mi 'problema', me despido con un beso, un saludo y un lametón claro XD.
P.D. Te recuerdo la herramienta de 'tortura' que utilizaré, ji ji ji:
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Ji, ji, ji
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Posted:Sep 13, 2018 3:25 am
Last Updated:Sep 13, 2018 5:21 am
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Hoy voy a jugar a algo distinto: Me sitúo a tu espalda y pego mi cuerpo a ti.
Te despojo de la camiseta: Cuando ésta pasa por tu cabeza muerdo tu nuca y noto como se erizan sus pequeños pelos.
Vendo tus ojos y al acabar te marco otro mordisco suave entre el hombro y el cuello como promesa de lo que está por venir.
Compruebo que no llevas sujetador y testo la suavidad de tus pezones con las palmas de ambas manos. Termino pellizcándolos suavemente y noto que se endurecen bastante.
Me sitúo delante de ti, peligrosamente cerca. Te acerco la boca al oido para que puedas oir mi pequeño e impostado gemido cuando desabrocho a una mano el botón de tu pantalón.
Lo bajo junto a tus bragas lentamente, tirando con ambas manos, mis pulgares acarician los laterales de tus muslos mientras bajan: Acabas con ambas prendas por los tobillos.
Te hago sentar en una silla de madera, nada especial: La típica silla rústica de asiento trenzado de esparto.
Te ato las manos por las muñecas a la espalda con un suave cordón plateado que fijo al respaldo de la silla.
Me arrodillo delante de ti, te despojo de los zapatos y beso el empeine de cada pie liberado.
Termino de arrebatarte pantalón y bragas, y contemplo la hermosura de la piel de tus pantorrillas, que acaricio suavemente con mi mejilla para acabar besándolas.
Uso dos bridas de cuero negro, de exagerada hebilla plateada, para fijar cada tobillo a una pata distinta de la silla de tal modo que tan solo puedas apoyarte en el suelo con la punta de los dedos de los pies.
Me incorporo y disfruto de lo divinamente sexy que me parece tu cuerpo atado a la humilde silla.
No has emitido ni una queja en todo el proceso, tan solo alguna pequeña fluctuación en tu respiración cuando recibiste los mordiscos.
Aun así, tu respiración es algo más forzada de lo habitual: Tienes la boca semiabierta, lo que junto a la visible dureza de tus pezones me informa de tu estado de excitación.
Me sitúo a tu lado y magreo groseramente uno de tus pechos mientras agarro el pelo de la parte posterior de tu cabeza para obligarla a caer hacia atrás y te beso fogosamente.
Cuando acabo el beso, te acaricio suavemente con la yema de los dedos de cuello a hombro y noto tu respiración entrecortarse ligeramente.
Mi mano viaja frotando la piel que va de tu pecho al vientre y mi dedo índice hace un pequeño alto en tu ombligo para hacer pequeños círculos alrededor.
Sin previo aviso, la palma de mi mano baja aún más y mis dedos encuentran tu sexo: Noto el calor que desprende, su ligera hinchazón, y un suave aroma a tu humedad, que comienza a impregnar la estancia.
El clítorix está ligeramente hinchado y lo martirizo con suaves palmaditas. Cada una de ellas la coreas con un ligero gemido.
Te sitúo con el culo al borde de la silla y esto te obliga a abrir tus piernas para adaptarte a la postura. Lo forzado de tu posición provoca que intensifiques la presión de los dedos de tus pies contra el suelo para no desequilibrarte.
Estás casi indefensa y aprovecho para agacharme delante de ti y emitir fuertes soplidos entrecortados sobre tu coño: Notas el aire frío y estimulante a partes iguales.
Esto aumenta la sensibilidad de la zona y me da pie para comenzar a comprimir tu clítorix con los labios. La sorpresa hace que un respingo recorra tu cuerpo amenazando con provocar que caigas de la silla.
Te estabilizo apoyando ambas manos en tus muslos y comienzo a masturbar tu clítorix comprimiendolo y liberandolo de mis labios.
Es una delicia oir los pequeños gemidos que provoco con cada compresión, tu respiración los acompaña.
Noto con deleite como lentamente la humedad va fluyendo de tu interior a medida que mis atenciones se tornan más y más enérgicas.
Cuando siento que tu excitación está próxima al punto de no retorno, paro los estímulos por completo y me rio traviesamente: 'Ji, ji, ji': Oigo perfectamente como emites un sonido de queja.
Miro expectante tu cara y cuando vas a articular la primera palabra, comprimo enérgicamente los labios alrededor de tu clítorix, lo que provoca que emitas un sonoro gemido de sorpresa y me endulces los oidos con un apelativo: 'Cabrón'.
Como respuesta, agarro tus caderas con ambas manos y 'destrozo' tu coño a besos, lametazos y pequeños mordiscos, sobre los que no tienes defensa alguna.
Te retuerces en la silla, pero no cejo en mi empeño. Debido a la agresividad de mis acciones la sensibilidad de tu coño baja al principio, pero a cambio con el tiempo, tu excitación sube hasta niveles intolerables.
Acabas vaciando tu cuerpo de toda la tensión acumulada en un orgasmo terrible que te deja exhausta sobre la silla.
Me incorporo detrás de ti y te digo al oido: 'No ha sido para tanto, ¿no?' y vuelvo a regalarte mi traviesa risita: 'Ji, ji, ji'.
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Siguiendo a lo mio ;)
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Posted:Jun 11, 2018 2:56 am
Last Updated:Mar 17, 2020 1:49 pm
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Buenas,
Como siempre, os envío la representación gráfica de uno de los momentos en público que más morbo y disfrute me han producido en mi vida.
Se produjo en una cena de empresa, y fue alrededor de cuarto de hora de divino disfrute mientras intentaba que mi rostro no mostrase pista alguna de la divina 'tortura' a la que me estaban sometiendo  .
Besos, sed malos 
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Nuevas prácticas
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Posted:Jan 21, 2018 2:00 am
Last Updated:Apr 23, 2024 2:29 am
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Hace mucho que no publico, pero tenía que compartir el 'momento'
Hace poco he practicado lo que la imagen muestra, y aunque un poco incómodo, fue muy excitante. Bueno, incómodo para mi, porque ella me dijo que se lo pasó genial XD
Un saludo y un beso
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¿Te lo dije o no te lo dije? (¿ficción? ;) )
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Posted:Sep 6, 2016 4:48 am
Last Updated:Apr 23, 2024 2:29 am
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Siempre has alabado mi buen hacer a la hora de comerte el coño.
Has llegado a decir que lo hago mejor que muchas mujeres, y para mi es un orgullo porque se que tienes experiencia recibiendo tales atenciones de ellas (a mis ojos eres bisexual, no bi-curiosa como te defines).
Pero no estamos de acuerdo en un punto:
Mantengo que la mayor parte de la excitación radica en cuanto morbo tiene para ti quién te lo haga y que si esa persona no te pone, no es lo mismo ni de lejos.
Tu mantienes que si, que si alguien sabe como usar la lengua para llevarte al cielo, da prácticamente lo mismo.
Con ánimo de comprobarlo, le comentaste a tu amiga Marta si le daba morbo hacer un trío ella, tu y yo. Aceptó, pero supongo que más por echarte un 'tiento' a ti que por la oferta, pero bueno.
Quedamos en tu casa: tras las presentaciones la conversación era cordial, pero en mi opinión distaba de ser cómoda. Tras un buen rato de charla soltaste tu célebre frase 'Bueno: ya esta bien de ropa, ¿no?', y nos fuimos quitando prendas hasta quedarnos los tres como nos trajeron al mundo.
Cada uno echaba miradas huidizas al cuerpo de los otros dos mientras la charla seguía, pero estaba claro que a tu amiga Marta le interesaba muchísimo más el tuyo que el mio, ja ja ja.
Sabía de la rotundidad de tus curvas, pero no imaginaba la preciosidad de piel de Marta: blanca, suave y salpicada de unos pocos lunares negros como el carbón.
Después de un rato, propusiste un interesante juego:
Por riguroso orden, cada uno debía elegir partes de su anatomía donde echarse sal y jugo de limón para que los otros dos las utilizasen al mismo tiempo para tomarse un tequila.
Hiciste el primer turno: Te pusiste sal en uno de los lados del cuello e hiciste resbalar jugo de limón por ambas nalgas.
Fue cómico apretar la mejilla contra la de Marta para lamer la poca extensión de sal que pusiste en la piel (eres mala y lo sabes: sabías lo que iba a pasar porque nuestras lenguas se rozaron varias veces).
Crucé una mirada cómplice con Marta y supe que pensaba lo mismo.
Bebimos el chupito y te mordimos una nalga cada uno para obtener el limón.
Mi turno: me puse sal en los labios y llené mi ombligo con jugo de limón.
Bastante sugerente sentir como vuestra guerra de labios unir los mios para tomar la sal.
Veros chispear los ojos en la pelea por sorber el jugo de limón de mi ombligo: bastante más erótico.
Le tocó a Marta: Puso una pequeña cantidad de sal en los pezones e hizo resbalar el jugo de limón por la cara interna de sus muslos.
Sus pezones se irguieron cuando los lamimos reiteradamente hasta no dejar rastro de sal. Cuando chupamos el jugo de la cara interna de sus muslos la vi incluso pellizcárselos.
Al acabar el juego, le dijiste algo al oido y se fue. Me diste un brioso beso y fuiste dejando caer unos cuantos más a través de mi torso y abdomen. Acabaste albergando mi pene en tu boca.
Marta volvió y me mostró como echaba lubricante a un strap-on con cara de pilla (lo que me hizo reir). Sentiste su acercamiento y pusiste el culo en pompa para recibirla.
Cogió tus caderas, penetró tu coño y paso a follarte con carita de vicio. Según pasaba el tiempo, aumentaba el ritmo con el que te follaba.
Cuanto más lo avivaba Marta, menos cuidado ponías en la felación, y cuando se volvió insostenible, acabaste cerrando los ojos agarrada con fuerza a mi polla, gimiendo como una loca.
Te corriste y te liberaste de ella. La abrazaste y os besásteis salvajemente enroscando vuestros cuerpos tanto o más que las lenguas: una visión celestial.
A renglón seguido aprovechaste mi erección para albergar poco a poco mi polla en tu culo.
Hiciste un gesto a Marta para que se acercase, le dijiste algo al oído mientras le manoseabas el coño.
Marta se quitó el strap-on y se puso a horcajadas sobre mi cabeza, poniéndome el coño a tiro de la boca.
Con la cabeza apoyada en el suelo, forcé el cuello para darle lamidas suaves. Cada vez que paraba a descansar, veía por un mínimo hueco vuestro magreo de tetas salpicado de besos realmente calientes.
Empalada, bamboleabas suavemente la cadera para obligar a mi polla a permanecer erecta dentro de ti.
Noté que Marta comenzaba a humedecerse, agarré sus muslos con ambos brazos, facilitando mi acceso a darle lamidas más profundas, chupetones al clítorix y lametones al ano.
Marta se calentó más y más. Comenzaste a cabalgarme con brío abrazándola y gimiéndola al oido.
Cuando me corrí dentro de ti, no paraste de follarte el culo hasta que Marta no me regó la cara con su orgasmo.
Nos separamos los tres y tras unas cuantas bocanadas de aire recuperando resuello nos reímos con ganas mirándonos a los ojos.
Le preguntaste a Marta que le había parecido y te dijo: 'No esta mal: me ha comido el coño mejor que tu'.
Me guiñaste el ojo y dijiste: '¿Te lo dije o no te lo dije?, listo.
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¿A que te ha gustado?
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Posted:Aug 22, 2016 4:27 am
Last Updated:Mar 7, 2020 3:03 am
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Tienes esa carita que dice a gritos que andas caliente y necesitas aliviarte lo más temprana y placenteramente posible.
Me acerco a ti y beso tu labio inferior lenta y suavemente, también lo atrapo de cuando en cuando con los míos para excitarte.
Te paso suavemente las manos por los hombros y arrastro los tirantes del vaporoso picardías que llevas, hasta que su falta de apoyo hace que caiga hasta tus tobillos.
Con una mano te acaricio la mejilla mientras sigo besándote.
Las puntas de los dedos de la otra viajan y acarician tu cuello, contorno exterior de un pecho, cadera y cuando llega a tu nalga, se torna agresiva y la comprime fuertemente al tiempo que atraigo tu cuerpo contra el mio.
Emites pequeño gemido que ahogo en un beso profundo y de deliciosa lentitud.
Continúo agarrando groseramente tu nalga mientras jugamos a una 'lenguaraz' guerra no violenta.
La mano en tu mejilla pasa a tu cuello y suave pero firmemente te obliga a tumbarte boca arriba en el sofá.
Me siento y pongo una de tus piernas encima de mis muslos y atrapo el pie de la otra entre el sofá y mi espalda.
Mi primer movimiento es agarrar la base del talón de tu pie desde atrás haciendo pinza con la mano presionando fuertemente, lo que hace que tu garganta emita un 'Mmmmmmmm' sostenido bastante sugerente.
Con los pulgares de ambas manos comienzo a 'trabajar' la planta y su anverso buscando pequeñas tensiones en los tendones, amasándolos para relajarlos al encontrarlos.
Comprimo la base donde comienzan los dedos con el mismo brio que sufrió anteriormente el talón.
Estiro uno a uno suavemente los dedos y al terminar el pie queda relajado del todo.
Paseo mis manos en sentido ascendente por la pierna amasando tendón de aquiles, gemelo, rodilla y muslo.
Llego a tu coño y paseo la punta de los dedos por los alrededores, arriba y abajo, sin llegar a tocar sus labios todavía: Cierras los ojos y muerdes tu labio inferior.
Continúo y al cabo de poco noto que retuerces tímidamente el cuerpo y huelo más ostensiblemente la humedad de tu sexo.
Me levanto, me arrodillo frente al sillón y tiro de tu cuerpo agarrándote por las caderas hasta dejar apoyado tu culo justo en el borde.
Paso tus piernas por encima de mis hombros y me acerco soplando aire cálido a tu coño (pienso no poder tener mejor perspectiva).
La punta de mi lengua juguetea lenta y suavemente con sus labios una y otra vez, en interminable recorrido a través del eje que conforman de arriba a abajo.
De vez en cuando, mis labios atrapan uno de los tuyos y tironean suavemente de el, para continuar casi inmediatamente con su juego 'ascensoril'.
Cuando noto que te excitas lo suficiente, agarro una de tus nalgas con una mano y la separo para tener acceso a lamer tu ano haciendo círculos con la punta de la lengua. Al mismo tiempo con dos dedos, presiono masturbando tu clítorix de izquierda a derecha.
Mi nariz presiona la entrada a tu vagina cuando mi lengua juega en tu culo y nota su encharcado estado.
Intercambio papeles y masajeo circularmente tu ano con un dedo, mientras mis labios atrapan tu clítorix para sorberlo con relativa energía.
Elevo mi mirada y veo que has cerrado los ojos y tus respiraciones más cortas y rítmicas, así que decido aumentar la agresividad de mis acciones.
Tu cuerpo reacciona y mueve espasmódicamente la cadera, empujas mi cabeza con ambas manos para provocar una falta de contacto temporal con mi boca.
Mi reacción es rodear fuertemente tus muslos con ambos brazos y presionar mi boca contra tu coño para no perder la presa.
Aplico una fuerte succión al clítorix para introducirlo indefenso en mi boca, donde lo martirizo con largas 'lamidas de gato'.
Tus gemidos aumentan de volumen, tus respiraciones se tornan más pesadas y el ritmo aumenta significativamente hasta que noto entre estertores como estallas en mi boca.
Tu cuerpo torna más ligeros los espasmos a medida que hago más tenues los
estímulos. Subo y veo tu rostro enrojecido y fundo los labios que acaban de proporcionarte tan placentera tortura con los tuyos en un tierno beso.
Tras ello, te acerco la boca al oído y te digo: '¿A que te ha gustado?
P.D. Dedicado a la más Dulce
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Te deseo, te follo, te devoro...
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Posted:Feb 5, 2016 3:43 pm
Last Updated:Feb 6, 2018 12:46 am
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Me gusta cuando te tumbas de espaldas, cruzas tus piernas encima de tu vientre y me pides guerra.
Amo sobrevolarte, apoyar mis manos en tus hombros y hundirme en ti una y otra vez sintiendo como mi vientre golpea el lateral de tus pies.
Me encanta oir ese pequeño gritito cuando mi glande toca fondo, escuchar gemidos ahogados en respuesta al roce contínuo del arco de mi pene en la parte anterior de tu vagina, que aumenten su volumen en la medida que incremento el ritmo.
Es entonces cuando adoro morderte el labio inferior y besar tu boca para que la mia reciba el aliento de tus gemidos.
Pero entro en éxtasis cuando clavas tus dedos en mi espalda y siento tu cuerpo temblar. Y mordisquearte el lóbulo al tiempo que te susurro guarradas al oido para calentarte más.
Sabes que no he acabado si no te doy un beso agradecido en el coño y un mordisco en el muslo.
Me encanta contemplar tu cuerpo desmadejado, tendido sobre un charco de tu propia humedad: aún no he encontrado una visión más erótica y bella de ti.
Si aun así me miras desafiante, sabes que castigaré tu coño devorándolo hasta borrar esa expresión de tu carita cuando te quedes sin aliento.
Te deseo, te follo, te devoro...
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Trátame como una zorra...
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Posted:Dec 25, 2015 10:42 am
Last Updated:Aug 6, 2018 3:29 pm
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Hoy tengo ganas de darte 'lo tuyo y lo de la vecina, todo en uno'.
No unas ganas irrefrenables de empotrarte contra una pared en plan salvaje (que no descartaría la idea), pero tampoco tan leves como para que un simple polvo las alivien.
Espero pacientemente que pasen las horas hasta encontrar una oportunidad que nos deje tiempo suficiente para un 'tête-a-tête' en condiciones.
A eso de las once de la noche, todo se conjura y no desaprovecho la oportunidad:
Te asalto por la espalda: te agarro del cuello con una mano y con la otra atraigo tu cintura hasta mi.
Echo tu cabeza hacia atrás y te beso duro. Toda vez que respondes al beso de buen grado, magreo groseramente uno de tus pechos y hundo la otra mano en tu entrepierna.
Al oir tu 'mmmmmm' aprobatorio, recuerdo cuantas veces me has dicho que te excitaría mucho que alguna vez tratase como una zorra o simulase que te fuerzo en contra de tu voluntad.
¡Qué coño!, ¡A ver que tal me sale!
Manteniendo tu pelo preso, te guío hasta la mesa del comedor sin ninguna delicadeza, empujándote de vez en cuando.
Una vez de pie frente de la mesa. apoyo tu cuerpo boca abajo sobre ella.
Abro tus piernas con las mías, en plan cacheo policial.
Cacheteo tus nalgas con sonoros bofetones.
Te digo: 'ahora te voy a follar, zorra, que se que lo estás deseando'.
A cada cachete emites un suave quejido que acaba en pequeño gemido. Parece que la situación te está poniendo bastante cachonda.
Te cojo el pelo más firmemente y pego tu cabeza a la mesa. Me sitúo a tu lado y horado tu coño a buen ritmo con dos dedos.
Tus ojos se cierran, tus mejillas enrojecen y pegas tu boca contra la mesa en una mueca entre dolor y éxtasis.
Me acerco y te escupo una frase al oido: 'Estás deseando que te folle, ¿eh, guarra?'.
Contestas con un hilo de voz: 'Si...'.
Saco mis dedos empapados en tus jugos y cacheteo una vez más tu nalga.
Hago que mires como me ensalivo la polla, me acerco por detrás y te penetro con un empellón seco.
Me quedo dentro de ti y te espeto con voz átona: 'Pídeme que te folle, golfa'.
Contestas con más energía: 'fóllame, si, fóllame cabrón'.
Te respondo con voz sarcástica: 'Ahora vas a saber lo que es bueno, zorrita'.
Una mano tira de tu pelo y la otra cachetea incesantemente tu nalga mientras te follo con brío (penetraciones duras y de golpe seco). A cada empellón sueltas un sonoro 'mmmmoooo'.
Al poco oigo dos cosas que me excitan mucho: el chapotear tu coño y las 'palmadas' de mi pelvis contra tus nalgas.
Te digo: 'Te voy a atravesar el alma a pollazos, so puta' (olé esa prosa salerosa, ja ja ja).
Siento como te estremeces y respondes: 'Joderrrrrrrrrrrrrrrr'.
Dejo de palmetear tu culo y con esa mano agarro con fuerza tu cintura.
Aumento el ritmo de penetración, pero no disminuyo la dureza de los empellones.
Tiro de tu pelo y fuerzo la posición de tu cabeza aun más.
Veo el reflejo de tu cara enrojecida en el espejo de pared frente a la mesa. Ya no dices nada, tienes los ojos cerrados, la boca abierta y solo emites un gritito a cada empellón.
En la imagen del espejo, parezco un jinete que te cabalga.
Te digo: 'Eso es: gime como la perra que eres'.
Tras un buen rato siento que estoy próximo a acabar, salgo de ti y acerco tu cabeza hasta mi pelvis: después de unas pocas sacudidas con la mano, me corro en tu pecho.
Acabo de correrme y tu te arrodillas en frente tomando la iniciativa: engulles mi pene para limpiarlo hasta no dejar rastro de semen.
Terminas con un sonoro chupetón en el glande.
Te levantas y ries con energía.
Me saltas encima rodeando mi cintura con tus piernas y me dices: 'me ha encantado, so cabronazo'.
En esa posición me comes la boca con un fogoso beso.
Pienso: 'Joderrrrrrrrrrrr: al final esto va a acabar yéndosenos de las manos'.
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Un buen comienzo...
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Posted:Dec 18, 2015 1:42 pm
Last Updated:Feb 6, 2018 12:49 am
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Hoy estoy con ganas, lo notas... es más: ni me molesto en sugerirlo, lo expreso directamente: 'Cariño, ve depilándote bien el coño, que hoy te lo voy a comer hasta que te duela'.
Si, ya sé... soy el colmo del romanticismo  , pero da una idea fiel de hasta que punto tengo ganas de... yummmm.
Te ausentas, al poco oigo sonar la ducha: imagino que aprovechando la coyuntura rasurarás también el vello de tus piernas.
Sales del baño en bata y pelo envuelto en una toalla: te espero como un niño la noche de reyes.
Deambulas con parsimonia por el salón: recoges cosas de 'aquí' y las dejas 'allí' mientras echas miradas reojo para ver como se acrecienta mi ansiedad.
Te acercas al chaise-longue y colocas un cojín contra uno de los brazos. Cuando te agachas a acomodarlo mejor, tu bata se abre y puedo contemplar tu pierna desnuda hasta la corva: una visión absolutamente de-li-ci-o-sa.
Abres la bata del todo y la dejas caer sobre el chaise-longue. Acaricio tu piel suave y apruebo el esmero empleado en el rasurado y posterior aceitado.
Cubres el cojín y parte del chaise-longue con la bata y te tumbas sobre ella boca arriba apoyando tu culo en el cojín, lo que deja tu cadera bastante más elevada que el torso.
Con un pie en el reposabrazos y el otro sobre el respaldo del chaise-longue, abres las piernas todo lo posible.
La sangre te baja a la cabeza y tus mejillas se arrebolan. Te da un aire inocente que acentúas mordiéndote un dedo en plan 'niña que no ha roto un plato'.
Reacciono: me acerco al reposabrazos hasta tener tu delicioso coño al alcance de la boca.
Agarro tus muslos fuertemente marcándote los dedos y acto seguido ataco tu coño sin piedad, cabeceando mientras sorbo y lamo a un tiempo.
Mi labio inferior recorre los tuyos a cada sorbo, y termina atrapando tu clítorix contra el superior succionándolo. Cada sorbo acaba con un rápido lengüetazo final.
Arqueas tu cuerpo elevando tu cadera para intentar atenuar la violencia del ataque: Lo que consigues es que tu coño sea aún mas accesible a mis devaneos.
Quiero ir un paso más allá: apoyo tus muslos sobre mis brazos y hundo la cara entre tus piernas.
Devoro... NO acaricio ni lamo suavemente, repito: DEVORO tu coño haciendo que tiembles y comiences a tener espasmos incontrolados.
Tus manos tiran fuertemente de mi pelo mientras tus gritos suben de intensidad, tu cadera colea con el coño atrapado en mi boca, y finalmente, estallas en un terrible orgasmo que empapa mi rostro, buena parte del pecho y moja la bata que cubre el chaise-longue.
Te recuperas poco a poco y abres los ojos: me relamo frente a ti goloso mientras sonrio torvamente. Profieres un sonoro 'Mmmmmmmmmm' y a continuación, estallas en carcajadas.
Te brillan los ojos: sabes por experiencia que solo es el comienzo de un largo viaje.
Además, sabes que mañana al despertar podrás 'sentir', aun estando yo ausente, como mi fantasmal lengua recorre tu coño.
Y eso te excita tannnnnnnnto...
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